El evento UFC 317 celebrado en el T-Mobile Arena de Las Vegas estuvo marcado por un episodio que generó una oleada de cuestionamientos dentro y fuera del octágono. En una de las peleas preliminares más esperadas de la noche, el brasileño Gregory «Robocop» Rodrigues venció por nocaut a Jack Hermansson en el primer asalto, pero su actitud posterior al desenlace encendió el debate entre fanáticos, especialistas y colegas.
Oh my goodness!! Gregory Rodrigues puts Jack Hermansson to a deep sleep!
That last hammer fist was sooo unnecessary! #UFC317 pic.twitter.com/ubc5qUUVLTTambién puede interesarte:— Ezee (@EzeemmaCraic) June 29, 2025Mundial de Clubes: Inter lo dio vuelta sobre el final y lidera su grupo
Desde el inicio del combate, Rodrigues impuso su potencia con combinaciones agresivas, mientras Hermansson intentó resistir mediante un estilo más conservador y táctico. Sin embargo, el poder de “Robocop” fue demasiado: un gancho de izquierda al mentón dejó completamente inconsciente al sueco, que cayó rígido al piso. Lo que debería haber sido el cierre claro del combate se transformó en controversia cuando Rodrigues, pese a la evidente inconsciencia de su rival, aplicó un golpe de martillo adicional antes de que el árbitro Herb Dean interviniera.
La acción fue criticada de inmediato durante la transmisión oficial. El comentarista Joe Rogan calificó el golpe como “innecesario” y lamentó que el referí no actuara con mayor rapidez, mientras que el excampeón Daniel Cormier afirmó que Dean “debió haber salvado a Hermansson del castigo extra”.
La preocupación creció al ver que Hermansson permanecía sin moverse durante varios minutos. Aunque finalmente pudo abandonar el octágono por sus propios medios, fue sometido a estudios médicos y recibió el alta una media hora después del combate.
El comportamiento de Rodrigues no pasó desapercibido en la conferencia de prensa posterior, donde fue consultado sobre su decisión de lanzar un golpe más a un rival ya inconsciente. Lejos de mostrar autocrítica, el brasileño fue tajante: “No voy a parar hasta que el árbitro diga que pare. Simplemente hice mi trabajo”. Y agregó: “No me importa lo que piense la gente. Cuando entrás a la jaula, firmamos un contrato donde todo está permitido”.
Aunque sostuvo que deseaba la pronta recuperación de Hermansson, sus palabras no lograron mitigar la indignación de buena parte de la comunidad de MMA, que cuestionó la falta de empatía y la aparente indiferencia de Rodrigues frente a un acto considerado por muchos como innecesario y evitable.
El debate sigue abierto, pero lo cierto es que UFC 317 no solo dejó nocauts y victorias, sino también una polémica que reaviva las discusiones sobre los límites del reglamento y la ética en el deporte de contacto más extremo del mundo.
